Mensajes de diversas orígenes

 

domingo, 30 de junio de 2024

Pueblos Todos, Uníos de la Mano, Éste es el Tiempo de la Unión

Mensaje de la Inmaculada Madre María a Angélica en Vicenza, Italia, el 15 de junio de 2024

 

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, también hoy Ella viene a vosotros para amaros, bendeciros y llamar a los pueblos de la tierra a la unión.

Pueblos todos, uníos de la mano, éste es el tiempo de la unión y, si estáis unidos, cambiaréis la forma de vida en esta tierra.

Hijos míos, por qué no queréis comprenderlo, pues beneficiaría a vuestra vida, a la vida de todos los niños de esta tierra, y entonces estaríais haciendo algo agradable al Sacratísimo Corazón de Jesús.

¡Vamos, niños! Uníos con amor y sinceridad, no hagáis las cosas sólo por hacerlas, hacedlas porque brotan del corazón.

Hoy nada se posa en vuestra mirada, ni en los ancianos ni en los enfermos; nada os conmueve.

¿Os habéis preguntado alguna vez, hijos míos: «¡Antes no éramos así! ¿Cómo hemos podido llegar a ser así?».

La respuesta sólo será una: vuestros corazones están ausentes de las Cosas de Dios y sin las Cosas de Dios no podéis conmoveros, no os sentís impulsados a hacer la caridad, que es agradable a Dios.

Hijos, ¿os gusta esta forma de vivir?

No, ¡no debe gustaros esta forma de vivir! Buscad a Dios y dejad que vuestros corazones se llenen de Sus Cosas.

Hoy ya no sois capaces de recibir lo que Dios os da constantemente, porque estáis distraídos y acosados, y cuanto más distraídos estáis de las Cosas de Dios, más os acosa Satanás.

Sólo hay una forma de acabar con esto: busca a Dios, camina con Dios y permanece siempre en Su gracia y en Su infinita misericordia.

Haz esto, ¡no esperes!

Alabad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Hijos, la Madre María os ha visto a todos y os ha amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.

Os bendice.

¡Rezad, Rezad, Rezad!

Nuestra Señora estaba vestida de blanco con un manto celestial, en la cabeza llevaba una corona de doce estrellas y bajo sus pies había una gran avenida de freesias blancas.

Fuente: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com

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